Crónica de los II Encuentros en El Lugar publicada en el periódico Lusones, escrita por Alfonso Calle García.
Crónica de los II Encuentros en El Lugar
Los días 23 y 23 de abril, se celebraron, en el salón de actos del Ayuntamiento de Carrascosa los II Encuentros en El Lugar bajo el título de “España” con gran afluencia de un público que participó de forma activa en los debates que sucedieron a las conferencias. Desde la plataforma del materialismo filosófico fundado por Gustavo Bueno y, por lo tanto, desde posiciones patrióticas, se abordaron los siguientes temas: “La unidad de España frente a los secesionismos”, “El peso de la Leyenda Negra en la España de hoy” y “La República como ideología”
Abrió el ciclo Iñigo Ongay. Tras distinguir entre los conceptos de amenaza y peligro, relacionándolos con la situación que hoy se vive en España, el filósofo vizcaíno hizo un recorrido histórico del nacimiento y desarrollo de los nacionalismos, poniendo de manifiesto sus fundamentos racistas y abiertamente antiespañoles. Para su argumentación, se apoyó en numerosas referencias bibliográficas, las que han servido para impulsar los movimientos secesionistas. También expuso los mitos falsarios donde se fundan dichos movimientos, desde el mismo Jaun Zaría, hijo de una princesa escocesa y del duende Culebro, fundador de la patria vasca, a la tergiversada visión de los episodios históricos que tuvieron lugar en Cataluña, especialmente los acaecidos durante la Guerra de Sucesión. Al mismo tiempo, estableció analogías con lo ocurrido en otras naciones europeas (Francia, Alemania, Inglaterra) cuya reacción ante semejantes amenazas ha ido en sentido opuesto. Finalmente, analizó las posibilidades de superar esta situación, incluyendo en su discurso el papel que pueden jugar tanto el Gobierno, como la banda terrorista ETA y la propia Corona.
Por la tarde, Antonio Sánchez, abordó el asunto de la Leyenda Negra. Su intervención trató, en primer lugar, de establecer la verdadera escala de actividades del Santo Oficio, exponiendo las ejecuciones llevadas a cabo en España y contraponiendo estas cifras con las que se dieron en los países europeos. Tras el repaso de los datos, extraídos de una extensa bibliografía, quedó clara la enorme distancia existente entre ambas, pues las cifras españolas son muy inferiores a las de los países que crearon esta misma Leyenda Negra. Los motivos de esta distorsionada percepción de la Inquisición Española, puestos de relieve por el autor, fueron, fundamentalmente, la enemistad política de las potencias europeas con su máximo rival: España.
Junto con el análisis de las actividades inquisitoriales, Sánchez abordó el episodio de la conquista de América. Destacó en este aspecto el papel jugado por Ginés de Sepúlveda y Francisco de Vitoria en su polémica salmantina con uno de los fundadores de la Leyenda Negra referida a América: fray Bartolomé de las Casas. El Imperio Español, bajo el reinado de Carlos I, detuvo la conquista hasta establecer un criterio justo. La actitud española, imperio generador, según se explicó, pone de nuevo de relieve la enorme diferencia con los imperios depredadores, Inglaterra, Holanda, etc. Tras la conferencia, el propio debate puso de manifiesto la asunción de los componentes que configuran esta leyenda.
En la mañana del domingo, Iván Vélez Cipriano, carrascoseño de pro, hizo un somero recorrido sobre la II República y sus consecuencias, cuyas bonanzas enarbolan actualmente los partidos “autodenominados de izquierdas”. Nos mostró como las ideas llevadas a la práctica pueden ser funestas si son equivocadas, si no son correctamente interpretadas o si lo son con intereses espúreos. La II República, que se definió como abiertamente laica, se nos reveló en la práctica como decididamente anticlerical dando como resultado, no la pérdida de creencias religiosas, sino la de una parte muy rica de nuestro patrimonio cultural.
Iván Vélez hizo hincapié en cómo, desde una respetable idea restauradora de República se pueden abordar escondidos o declarados intereses incompatibles con España, como son la instauración de estado federado o confederado, antesala de la posibilidad de independencia de sus componentes y la destrucción definitiva de “eso” que con naturalidad hemos llamado siempre, nuestra patria, nuestro país, nuestra nación, y que en estos tiempos de despiste generalizado parece que solo podemos llamar “nuestro estado” aunque tengamos perfectamente claro que “nuestro estado” es: soltero, casado, viudo o monje.
Alfonso Calle García