En diciembre de 1976, con la E.G.B. en vigor gracias a la Ley 14/1970, de 4 de agosto, General de Educación y Financiamiento de la Reforma Educativa, Máximo Calle Valiente escribía esta carta al director del semanario alcarreño Flores y Abejas con el objeto de aclarar lo ocurrido en Villanueva de Alcorón, donde se desempeñaba como secretario del ayuntamiento.
El sistema educativo aludido se derogó en 1990, dando paso a la LOGSE y a una serie de leyes sucesivas que los distintos gobiernos de la España democrática impulsaron dejando entrever sus posicionamientos ideológicos.
Flores y Abejas, 14 de diciembre de 1976, pág. 13
Cartas al director
7 de diciembre de 1976
Señor director del Semanario
“Flores y Abejas”. Guadalajara.
Muy señor mío: En vista de la nota informativa aparecida en la página
2 del Semanario “Flores y Abejas” de su digna dirección, de 30 de noviembre de
1976, con el título “En Villanueva de Alcorón el Ayuntamiento suprimió el
contrato de permanencia; quiero salir al paso de todo ello, como secretario de
este Ayuntamiento, toda vez que los hechos expuestos no se ajustan del todo a
la realidad.
1º El Ayuntamiento de esta
villa tenía un compromiso establecido con los señores maestros de abonarles
150.000 pesetas anuales por darles una hora diaria de permanencias a los niños
de esta localidad.
2º Al promoverse la huelga de
profesores de E.G.B. e incorporarse los de esta localidad a ella, dejaron de
dar las clases pactadas, circunstancia por la que el pleno de la Corporación
adoptó el acuerdo de suprimirles la cantidad de 150.000 pesetas a que se ha
hecho mención, pero nunca debe entenderse como «castigo» como se hace constar
en la nota aparecida en este Semanario, debe entenderse por falta de
cumplimiento en lo pactado.
Lo que sí pongo de manifiesto
es que considero impopular la huelga referida por que la tremenda crisis
económica que padece España se puede arreglar apretándose el cinturón quien
quiera de verdad y no declarando huelgas por cuestiones salariales, más aún,
unos señores que su jornada es de cinco horas diarias y de unos 200 días
lectivos al año, pero lo más lamentable de todo ello es que perjudica a los que
más vale y queremos, los niños, que sus intereses son casi sagrados.
No se volverá a contestar
aunque aparezcan otros sueltos publicados en dicho Semanario y que se refieran
a esta cuestión.
Con el ruego de que tenga a
bien publicar esta carta en el Semanario de su digna dirección queda de Vd. Amigo
affmo.
Firmado: Máximo Calle.