3 de febrero, día de san Blas. Tradicionalmente, en Carrascosa, se hacían grandes hogueras de romero verde cuyo aromático humo, pues apenas producían llama, servía para que los lugareños pasaran por encima de las piras o cogieran a algún vecino para ahumarlo. Era común creencia que tal humo protegía de enfermedades respiratorias a quien hacía uso de él, de manera voluntaria u obligada.