Hoy muchos carrascoseños recordarán El Borrego, que se solía cantar por estas fechas. He aquí su letra:
El Borrego
Voy a cantarte el borrego
que te lo tengo ofrecido
cuándo querrá Dios del cielo
que tú me cantes el mío.
De la pellica el borrego
he de hacer una zamarra
para segar este agosto
si la cosecha no marra.
Y si marra la cosecha
me meteré a mayoral.
mayoral de una cabaña
que la sirva un buen zagal.
El zagal aquí lo tienes,
mayoral de la cabaña,
vamos a tratar de ajuste
antes que llegue mañana.
Que vayas con los borregos
tres meses y tres semanas.
los
guardes en los sesteros,
los cuides en las majadas
Al cabo de los tres meses,
cumplida tu obligación,
se te dará de soldada
lo que sea de razón.
Tres ducados y tres pieles,
abarcas y tres peales.
...
¿Cómo quiere, mayoral,
que ande yo por los jarales?
¿Cómo quiere usted mi amo
que yo vaya al aliagar
descalcito y desnudito,
sin abarca ni peal?
Yo te daré las abarcas
también te daré los peales.
para que puedas andar
por tierras y pedregales
También te digo, zagal,
que me guardes la dehesilla,
que se mueren los borregos
de torozón y basquilla.
También te digo, zagal,
que amanees los borricos.
-Descuide usted, mayoral,
que ya están amaneaditos.
También te digo, zagal,
que me guises buenas migas.
Mira que si no va a andar
mi garrote en tus costillas.
El aceite por el suelo
no lo quieren los vilanos.
y al pan que nos dan
ahora
hasta el burro le hace ascos
Estando en estas palabras
salen los perros ladrando.
-Sal, zagal, a ver quién
viene.
-Mayoral, aquí está el amo.
-Buenos días, mayoral.
-Buenos días, señor amo.
Si usted nos da mejor trato
Hasta San Pedro llegamos
La cuenta traigo ajustada.
y cumpliré lo tratado
Dinero para pagaros.
a buen recaudo lo guardo
Le quitaron los papeles
de la cuenta del ganado
se trabaron de palabras
y le dieron cuatro palos.
Le dan uno en la cabeza.
lo derriban del caballo.
lo montaron en un burro
y el zagal se fue a
llevarlo.
Estaba el ama en la puerta.
-Oh Jesús que traen al amo.
-Le ha ocurrido un
accidente:
se ha caído del caballo.
A otro día las campanas
ya doblaban por el amo.
Acuden los herederos
para contar el ganado
-Ciento y tantas tengo yo
-Ciento y tantas mi rochano.
Se fueron los herederos
con los perros del ganado.
El borrego ya no pasa.
El borrego ha terminado.